La limpieza en seco de cualquier mueble tapizado debe realizarse con regularidad, tanto para eliminar manchas como medida preventiva. Se recomienda limpiar los muebles tapizados al menos una vez al año.
Con el tiempo, todos los muebles tapizados empiezan a ensuciarse. El uso diario del sofá provoca un desgaste natural de la tapicería y ésta se vuelve opaca. Aparecen en el sofá manchas de comida y suciedad, marcas de manos sin lavar, arañazos diversos y polvo. La penetración de partículas de sudor en la tapicería favorece la propagación de bacterias e incluso de ácaros del polvo. Los gérmenes, las bacterias y la suciedad se acumulan, creando el riesgo de diversas enfermedades. Además, la proliferación de bacterias provoca malos olores y, a veces, moho.
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